La Iglesia, un poder imperial.
La iglesia católica, ha sido, desde su inicio con Constantino, un poder temporal, esto es terrenal y no espiritual, y lo ha sido, manteniéndose en ese poder, en ese podio de Imperio, poder, riqueza y uso sin medida de extrema violencia, y no solo en su expansión frente a otras creencias, otras pasadas y contrarias, en lo que podría ser interpretado como una lucha de poder por la supremacía, sino con exterminio igualmente a las propias disidencias internas de la misma creencia cristiana, y más aún, con un odio, vejación y violencia, y hasta exterminio en contra de sus propias raíces judías, al extremo de maldecir, por toda la eternidad a los judíos y sus descendencias, y convertirse la iglesia católica, impulsando e imponiendo a los cristianos a odiar a los judíos, generando ese anti judaísmo cristiano que fue cómplice del genocidio.
Expresión artística de ese anti judaísmo lo es la obra del pintor flamenco Jan van Eyck (1.390 – 1.441) conocida como La Fuente de la Gracia, que es la imagen que se reproduce, que en realidad su sentido lo es El triunfo de la Iglesia sobre la Sinagoga, que se exhibe en el Museo del Prado, y que, para justificar ese odio, se elaboró la fantasía de un supuesto caso, en Segovia, de un judío, que habia profanado una hostia, que concluyó con la condena a muerte de los profanadores y la apropiación por la iglesia de una sinagoga judía, convertida en el convento del Corpus Christi, y que generó la celebración de una festividad, celebrada por más de seis siglos, conocida como La Catorcena
Puede apreciarse en el cuadro a Dios en su trono, en la parte superior, acompañado por la Virgen y San Juan, y bajo sus pies “emana un río de hostias consagradas”
En la parte inferior se representa a la iglesia católica con su Papa y jerarquía eclesiástica, y frente a él, la representación de la Sinagoga, con judíos todos, con la particularidad de estar con venda en los ojos, lo que hace simbolizar que no veían la luz del cristianismo.
Ya será, con seguridad, tema especial el del anti judaísmo cristiano por el mal que ha causado no solo al pueblo judío, sino a toda la humanidad, generando un odio incomprensible.
Todo esto hace que, en todo hecho mundial, por lo menos en el mundo occidental y cristiano, de los últimos dos mil años, la iglesia católica, haya tenido una activa intervención de imposición, hegemonía, intolerancia y violencia.
Por ello estas Cronicas Cristianas serán un reflejo de como la intolerancia religiosa influyó, determinó y fue centro de acción, de nuestro devenir histórico.