9 – Prohibiciones sexuales.

Continuado en nuestro desarrollo de la amplia Sección de Sexo y Religión, pasaremos revista a las prohibiciones que ha establecido Dios al ejercicio y uso del sexo en su intención, muy propia del patriarcalismo de tener todo ordenado y verdaderamente controlado.

Condena a la sodomía.

Encontramos muchos versículos en los cuales hay una condena o reprobación de Dios a las conductas sexuales depravadas como en los relatos de la destrucción de Sodoma y Gomorra, en Génesis 19. 1, 29, por la sodomía pretendida por los habitantes de esa ciudad.

En muchos otros pasajes se utiliza como referencia el ejemplo de la destrucción por Dios de Sodoma como método de difusión de la condena a la sodomía y actos de depravación sexual, sin que en ningún pasaje bíblico sea definida esta conducta sexual, que no es sino la relación sexual entre hombres por medio del ano, y que aparentemente era una práctica común entre los cananeos según se relata en Levítico 18. 22,

“No te acostarás con varón como con mujer; es abominación.”

Este mismo versículo, según la Biblia de Jerusalén, puede leerse de la siguiente manera en otras versiones y traducciones, lo que ratifica el hecho de las “Una y Mil Biblias

La versión Reina – Valera 1.995:

“No te acostaras con varón como con mujer; es abominación”

La versión Reina – Valera 1.960:

“No te echaras con varón como con mujer; es abominación”

La versión de la Biblia Latinoamericana:

“No te acostaras con varón como los que se acuestan con una mujer; es una abominación”

La versión Biblia Vivida:

“La homosexualidad está absolutamente prohibida, porque es un pecado enorme”

Como vemos, hay, desde variantes de una misma traducción, hasta una total intromisión en los escritos bíblicos y, en vez de una traducción, nos encontramos con una interpretación tendenciosa, como versión de la Biblia vivida.

En esos pueblos cananeos se practicaba la prostitución sagrada en la que, el o la prostituta/o religiosa eran conocidos como Kadesh para el varón y Kadesha para la mujer, y que por una mala traducción de la Vulgata de San Jerónimo, muchos lo pasaron directamente como Sodomita, cuando en realidad, según veremos más ampliamente en el especifico punto al respecto, en ningún momento se describen los vicios o actos de depravación cometidos por los habitantes de Sodoma, de donde proviene el termino y calificativo de Sodomita.

Por otra parte, es de destacar que Kadesh era el nombre egipcio de una Diosa de origen semítico, reminiscencia de la Anahita persa o la Anat fenicia.

En la Biblia de Jerusalén solo aparece una sola vez la palabra sodomita y lo es en Génesis 19. 4, en relación a los hombres de Sodoma, sin indicación de vicio alguno.

En muchas otras versiones el relato de Deuteronomio 23. 18, se consiga como sodomita, lo que, en la Biblia de Jerusalén, se lo hace designando al prostituido como “hierodulo” o “hierolula” que eran los esclavos del Templo dedicados al culto y a la prostitución sagrada, encontrándolos en los cultos dedicados a Isis en Egipto, a Isthar y Tammuz en Babilonia y Afrodita en Grecia.

Encontrándolos igualmente en la originaria pareja divina compuesta por Yahvé y la diosa Astarté en Canaán, al igual que en honor a Baal.

Con posterioridad al llamado periodo post exilio en que se reestablecen las bases religiosas y se asienta el yahweismo ortodoxo quedando este Dios completamente solo sin Diosa alguna, que había sido su complemento en las primeras etapas cananeas y mesopotámicas

“No habrá hieródula entre las israelitas, ni hieródulo entre los israelitas.”

En los evangelios encontramos referencias de condena a la sodomía, referenciando la destrucción de Sodoma y Gomorra, en Mateo 10. 15, en Lucas 17. 29, en 2 Pedro 2. 6, así como en Romanos 1. 27, y en Judas 1. 7,

“igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío.”

Hay bíblicamente una total condena a la sodomía, pero en realidad la Biblia no define que es la sodomía, y no existe palabra alguna en griego o hebreo que defina esa conducta sexual, y sinceramente cada vez que nos encontramos, en cualquiera de las versiones con este vocablo de “sodomita” estamos en presencia de una interpretación, no de una traducción.

Sodomita vendría a ser, originariamente sinónimo de ser habitante de Sodoma, como cananita de Cannan y moabita de Moab, y sin embargo, por esos relatos, se ha convertido en sinónimo de depravación, sin que, como se verá igualmente, no haya certeza en cual es o fue el pecado cometido por Sodoma, y de rebote por Gomorra, que despertó las iras de Dios y ordeno su destrucción total.

Volveremos sobre el pecado de Sodoma, pero adelantamos, leyendo a Ezequiel 16. 49, 50, su propia interpretación,

“Esta fue la maldad de Sodoma, tu hermana: Soberbia, pan de sobra y abundancia de ocio tuvieron ella y sus hijas: y no fortaleció la mano del afligido y del necesitado.”

“Se llenaron de soberbia e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi, las quite”

Con ello, no queda sino quitarle todo contenido sexual al pecado de Sodoma que le ocasiono su muerte por Ira de Dios, y dejar en claro que el pecado fue la avaricia, inhospitalidad y arrogancia.

Condena a la homosexualidad.

Ante todo, es de destacar que el termino o palabra “Homosexual” es un término moderno y que en absoluto era conocido, ni mucho menos usado en la antigüedad ni en el léxico griego ni hebreo, más allá de surgir de un acople de dos palabras griegas “Homo” que es igual o similar y “sexualis” que significa “sexual

Se considera que la primera versión bíblica que ingresa esta palabra es la traducción inglesa de la Revised Standard Version (RSV) de 1.946,

De acuerdo a lo expresado, la prohibición divina sobre lo que se consideran actos de homosexualismo, lo son en otros términos.

En otros casos, encontramos directamente una especial y expresa prohibición divina a los actos de homosexualidad, como en Levítico 18. 22, ya visto, en el que en forma terminante se prohíben estos actos.

 “No te acostarás con varón como con mujer; es abominación.”

Esta prohibición específica es reiterada en Levítico 20. 13, imponiéndose una pena mortal.

“Si alguien se acuesta con varón, como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos.”

  Tan prohibidos aparecen estos actos, que se lo ubica, casi comparándolos con la prohibición tanto para el hombre como para la mujer de mantener relaciones con bestias en Levítico 18. 23,

“No te unirás con bestia … .. La mujer no se pondrá ante una bestia para unirse con ella.”

En 1 Corintios 6. 9, se involucra juntos a los impuros, idólatras, adúlteros, afeminados y homosexuales, como que no heredaran el reino de Dios.

“¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,”

En el mismo sentido en 1 Timoteo 1. 10, se condena igualmente en conjunto a los “adúlteros, homosexuales, traficantes de seres humanos

Muchas veces se acude a un dicho popular, con el que se quiere asociar los textos bíblicos con la condena a la homosexualidad, y así se dice, en referencia a Génesis.

Dios creó a Adán y Eva, no a Adán y Esteban

Condena a la prostitución.

Respecto de la prostitución, la misma es combatida en 1 Reyes 14. 24, destacando que Judá, en tiempos de Roboam, se habían consagrado a la prostitución y que “hicieron todas las abominaciones de las gentes

En 1 Reyes 15. 12, en época de Asá en Judá “recto a los ojos de Yahvéh” “Expulsó de la tierra a los consagrados a la prostitución” relato que se reitera en 2 Reyes 23. 7, en ocasión de Josías, rey de Judá.

“Derribó las casas de los consagrados a la prostitución que estaban en la Casa de Yahvéh y donde las mujeres tejían velos para Aserá.”

Estos pasajes están referidos no a combatir a la prostitución simple y común del ofrecimiento de una mujer por un precio, sino a la prostitución ritual en homenaje de otros dioses, que es considerada Prostitución Sagrada.

Relatos de Prostitución.

Podemos encontrar específicos relatos sobre prostitución en los textos hebreos, como en Deuteronomio 23. 19,

En dicho versículo se prohíbe llevar a la casa de dios “don de prostituta ni salario de perro” en referencia esto último al prostituto varón.

Y en Levítico 21. 7, prohíben tomar por esposa “a una mujer prostituta ni profanada, ni tampoco una mujer repudiada por su marido

En Génesis 34. 31, se relata la reacción de los hijos de Jacob, de considerar que en Siquem, habían tratado de prostituta a su hermana Dina, así como Josué, en Josué 2. 1, pacta con Rahab, la prostituta de Jericó, y en Jueces 11. 1, se menciona a la madre de Jefté, el Juez, como prostituta, o las dos madres prostitutas en el juicio de Salomón, en 1 Reyes 3. 16, o el macabro relato de la muerte del rey de Israel, en 1 Reyes 22. 38, donde “las prostitutas se bañaron en sangre

También los consejos en Proverbios 6. 26, y en 23. 27, sobre: que “un mendrugo de pan basta a la prostituta, pero la casada va a la caza de una vida preciosa” o que “Fosa profunda es la prostituta, pozo angosto la mujer extraña

En el mismo sentido en Proverbios 29. 3,El que ama la sabiduría, da alegría a su padre, el que anda con prostitutas, disipa su fortuna.

En Eclesiástico encontramos cuatro referencias: en 9. 3, en 9. 6, en 19. 2, y en 41. 22, en Ezequiel, cinco referencias, en 16. 30, 31, 33, 35, 41, y en 23. 44, también en Jeremías, Baruc, Oseas, Joel y Miqueas.

Contra el apetito sexual.

En Eclesiástico 2. 6, se hace una oración implorando no caer en la lujuria ni en el apetito sexual, pudiendo compartir que debe reprimirse internamente la lujuria, pero no el apetito sexual que debe ser parte esencial de la vida plena tanto del hombre como de la mujer

“Que el apetito sensual y la lujuria no se apoderen de mí, no me entregues al deseo impúdico.”

En Proverbios 5. 9, / 6. 26, y en 23. 27, se combate y critica las relaciones sexuales en condiciones consideradas pecaminosas, sosteniéndose que las mismas rebajan, degradan y esclavizan.

“no sea que ella dé tu honor a otro y tus años a un hombre cruel;”

“porque un mendrugo de pan basta a la prostituta, pero la casada va a la caza de una vida preciosa.”

“Fosa profunda es la prostituta, pozo angosto la mujer extraña.”

Contra los desórdenes sexuales.

En Romanos 1. 24, 32, se combaten los desórdenes sexuales.

“Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos;”

“a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén.”

“Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza;”

“igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío.”

“Y como no tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, entregó los Dios a su mente insensata, para que hicieran lo que no conviene:”

“llenos de toda injusticia, perversidad, codicia, maldad, henchidos de envidia, de homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos,”

“detractores, enemigos de Dios, ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, rebeldes a sus padres,”

“insensatos, desleales, desamorados, despiadados,”

“los cuales, aunque conocedores del veredicto de Dios que declara dignos de muerte a los que tales cosas practican, no solamente las practican, sino que aprueban a los que las cometen.”

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