Asi como hemos podido acceder a un genio como Caravaggio, vamos a avanzar con otro de los geniales artistas, que lo es un artista fascinante Francisco de Goya (1.746 – 1.828) que podemos ubicarlo en varios periodos artísticos desde el Neoclasicismo, como más claramente con el Romanticismo, destacándose por su certera crítica social, y por ser testigo del periodo político en España de la Inquisición, de las Guerras de Independencia, con el Mayo español, brindándonos dos de sus grandes obras “Los fusilamientos del 3 de mayo de 1.808 y “el dos de mayo de 1.808”ambas de 1.814, y de la decadencia del otrora imperio, y hasta con una última etapa muy personal, siendo igualmente considerado, o al menos se marcó su influencia en el Impresionismo y en el surrealismo.
El retrato es un óleo del pintor español, neo clasista, Vicente Lopez Portaña (1.772 – 1.850)
La maja desnuda.
Ante todo, aclarar que esta obra, en realidad un conjunto de dos obras muy similares, casi iguales, con un mismo tema y una misma modelo, diferenciándose en que una lo es desnuda y la otra vestida, lo son las obras La Maja, Vestida, y La Maja Desnuda, y ambas pinturas se conservan actualmente en el Museo del Prado, exhibiéndose, una junto a la otra, tal como lo habia dispuesto el artista.
Si bien es más celebre La maja desnuda, nos permitimos detenernos brevemente en resaltar la existencia de algunas diferencias entre estas dos obras, más allá del evidente contraste entre la desnudez y la vestimenta, las dos majas, en cuanto, puede observarse que representan dos facetas de una misma identidad femenina, y así Goya expresaba en, La desnuda, la naturalidad, la belleza y la sensualidad sin velos, sin artificios, mientras que en, La vestida, su intencionalidad es destacar la decencia, el misterio y la presentación social, rompiendo Goya, con la desnuda, la tradición académica al pintar un desnudo realista, sin excusas mitológicas, y esto provocó escándalo social en la España conservadora de finales del siglo XVIII, al punto que fue considerada una obra provocadora, que llevó a Goya a ser investigado por la “Santa Inquisición” en 1.815, mientras que, “La maja vestida”, fue aceptada como una respuesta que permitía evitar el desnudo, y el escándalo.
En síntesis, la relación entre ambas obras puede interpretarse como una reflexión sobre la dualidad entre lo público y lo privado, lo permitido y lo prohibido.
Entre las diferencias, podemos resaltar que lo son, una de ellas, en cuanto a sus tiempos, y así Goya pintó “La maja desnuda” entre 1.797 y 1.800, y “La maja vestida” entre 1.800 y 1.805,
Ambas retratan a la misma mujer en una posición idéntica, pero las diferencias lo son en sus contextos y propósitos distintos.
Ambas le fueron encargadas por Manuel Godoy, primer ministro, quizás el hombre más poderoso que el mismo rey Carlos IV,
La genialidad de Goya permite en ambas obras mostrando a esa figura femenina reclinada sobre un diván y mirando directamente al espectador, y en sus diferencias, en La desnuda, Goya utiliza colores cálidos, sobre la piel y la textura del cuerpo, y con una luz a que resalta la anatomía, con sensualidad y evitando toda vulgaridad, simbolizando la feminidad, la belleza natural, el deseo y la sensualidad, mientras en la vestida, se emplea colores más fríos y contrastantes, y con habilidad hace notar la opulencia del personaje y su estatus social, representando la apariencia social, el control moral y la fachada que impone la sociedad.
En resumen, estas dos Majas son en realidad, dos visiones opuestas de la mujer y del arte en su tiempo, la desnuda lo es desafiante de la sociedad en su conjunto, de la imposición moral y es un grito a la libertad, y, su contracara, la vestida, es el reflejo de la imposición pecaminosa de la sociedad conservadora, patriarcal y misógina, encarna las apariencias y la estratificación social, logrando Goya cuestionar en estas pinturas toda una sociedad en su moral y prejuicios.
La maja desnuda fue la primera obra artística en mostrar un desnudo femenino realista en el arte español sin pretextos mitológicos, lo que marcó un cambio radical.
Tan importante lo es esta obra que su imagen se representó en un sello postal del correo español en 1.930, siendo el primer desnudo en un sello postal.Veremos tratando a este mismo autor en lo que son sus maravillosas Pinturas Negras, y, en lo personal, la más impactante, lo es, sin duda Saturno comiéndose a su hijo.