10 – El cuerpo es espíritu.

Sobre todo, son los escritos cristianos los que hacen hincapié en considerar que debe preservarse el cuerpo en función del espíritu y no del sexo, puesto que el cuerpo es de Dios, y por ello condena la concupiscencia, y hasta el uso sexual del cuerpo.

  “El cuerpo no es para la fornicación. El cuerpo es para Dios

es lo que se enseña en 1 Corintios 6. 13, 20,

“La comida para el vientre y el vientre para la comida. Mas lo uno y lo otro destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.”

“Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder.”

“¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Y ¿había de tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta? ¡De ningún modo!”

“¿O no sabéis que quien se une a la prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues está dicho: Los dos se harán  una sola carne.”

“Mas el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él.”

“¡Huid de la fornicación! Todo pecado que comete el hombre queda fuera de su cuerpo; mas el que fornica, peca contra su propio cuerpo.”

“¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?”

“¡Habéis sido bien comprados! Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo.”

Se reiteran los conceptos diferenciando las obras de la carne que son la fornicación, la impureza y el libertinaje en Gálatas 5. 19,

“Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje,”

Igualmente en 1 Juan 2. 16, 17,

“Puesto que todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos, y la jactancia de las riquezas, no viene del Padre, sino del mundo.”

“El mundo y sus concupiscencias pasan; pero quien cumple la voluntad de Dios permanece para siempre.”

Condena al travestismo.

También contempla condena expresa al travestismo, prohibiendo el uso de ropa de hombre a la mujer y de ropa femenina para el hombre por ser considerado “una abominación para Yahvéh

Encontramos en Deuteronomio 22. 5,

“La mujer no llevará ropa de hombre ni el hombre se pondrá vestidos de mujer, porque el que hace esto es una abominación para Yahvéh tu Dios.”

En 1 Corintios 11. 3, 9, se impone el machismo con que “no procede el hombre de la mujer, sino la mujer del hombre” y por ello el hombre no debe cubrirse la cabeza, y si la mujer con el típico del velo femenino, teniendo prohibido, tener la cabeza descubierta.

Condena al Bestialismo.

El bestialismo, esto es tener relaciones sexuales con animales, que puede considerarse como sinónimo de Zoofilia, esto es “amor” por los animales, pero en el rango de “amor sexual” y pese a que pueda parecernos, en nuestro concepto como algo muy degenerado, ha sido una costumbre humana, una degenerada costumbre humana, habiendo coincidido todas las religiones y códigos en su condena y sanción.

La Biblia es contundente en su condena.

En Éxodo 22. 18, expresa:

“Todo el que peque con bestia, morirá.”

En Levítico 18. 23,

“No te unirás con bestia haciéndote impuro por ella. La mujer no se pondrá ante una bestia para unirse con ella; es una infamia.”

En Deuteronomio 27. 21,    

“Maldito quien se acueste con cualquier bestia. Y todo el pueblo dirá: Amén.”

Pese a esta contundente condena, en los primeros relatos del Génesis 2. 18, 21, se da a entender que Adán, practicaba el bestialismo, antes de que le fuera creada la mujer, puesto que Dios le había creado, sosteniendo que “No es bueno que el hombre este solo” a todos los animales, para “hacerle una ayuda adecuada

Pese a la creación de los animales para la “ayuda” a Adánel hombre no encontró una ayuda adecuada” por lo que debió Dios recurrir a la creación de la mujer, sacada de una costilla del propio hombre, y con la finalidad, de servir de “Ayuda adecuada” al varón.

El bestialismo no solo fue la primera práctica de Adán, sino que siguió, en el curso de la historia estando presente, sobre todo en hombres aislados, y ante la carencia de contactos normales entre hombres y mujeres.

Leda y el cisne es el título de la reproducción y es una obra (1.510) de Leonardo da Vinci de la que solo se conserva una copia en la Galería Borghese de Roma.

Esta representación, en realidad no se trata de bestialismo, sino de transformación del Dios Zeus e un cisne para acceder sexualmente a Leda, como tantas otras transformaciones de este Dios en sus aventuras sexuales.

En realidad esa representación tiene más que ver con el acceso sexual de un Dios a una mortal, como la Paloma (el Espíritu Santo) sobre María, o una serpiente (el Dios Apolo) sobre la madre de Augusto.

Volviendo sobre el bestialismo, que en sus orígenes era una práctica común, lo demuestran los relatos de historiadores griegos y romanos como Heródoto y Tácito, quienes comentan la asiduidad de esas prácticas sexuales en la antigüedad, comentando Tácito en sus Anales sobre una orgía en casa de un tal Tiberino, en la cual “se intercambiaban profusas caricias hombres y animales” y Heródoto, por su parte escribía: “… y el carnero copuló ante los ojos de todos con una mujer” las que después serían prohibidas.

La imagen, en una vasija griega, de aproximadamente el siglo IV a.e.c. lo es del Dios Sileno, el padre putativo de Dionisio, el Dios del Vino.

Hay escritos babilónicos en los que se describe al Dios Baal que “montando una novilla produce descendencia

El cristianismo con su tozudez del celibato permitió solapadamente el bestialismo, sobre todo en sus monjes medievales aislados en lejanos cautiverios de clausura.

Interesantes estudios dan cuenta que esos frustrados monjes de clausura que se esforzaban por purgar al mundo del placer sexual, caían en relaciones sexuales con sus burras y sus ovejas, encontrándose también en una colonia inglesa de Plymouth, Estados Unidos, en 1.622 a un personaje de nombre Tomás Ganger, que fue condenado a la hoguera luego de confesar sus prácticas sexuales con una yegua, una vaca, dos cabras, cinco ovejas, dos terneras y una pava.

La Pecorina.

De similar imagen es la figura de terracota del Dios Pan cometiendo bestialismo que es, a su vez conocida la posición como de “more ferarum” que significa “como las fieras”, o como los animales que es siempre montando el macho por detrás de la hembra, y esto, en la más remota antigüedad y origen de la humanidad, por aquello de estar más atento al entorno, y que es también conocida la posición como la Pecorina, que significa en italiano, la oveja.

Bestialismo oriental.

Podemos, como para no creer que estas prácticas sexuales lo fueron de este occidente patriarcal, reproducimos una imagen de uno de los Templos de Khajuraho en la India, donde puede apreciarse el acceso sexual con un animal.

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