3 – La historia que nos contaron – continuación.

En este intento de Repasando Nuestra Historia, debemos partir de una realidad que pese a todos los cambios político sociales habidos en las últimas décadas, se continua, muy a pesar en lo que es un posicionamiento político real y es que la Historia sigue siendo un instrumento de dominación de los poderes reales, de esos que lo fueron desde un primer momento la Iglesia, el Ejercito y El Campo, y al que puede agregársele el poder financiero y mediático y quizás excluir al Ejercito desde que puede sostenerse que ha vuelto a los carriles sanmartinianos y no videlistas, y es ese Poder, que puede sintetizarse en La Oligarquía que es quien maneja los hilos de mantener la colonización y dependencia y de profundizarla incitando a las más reaccionarias derechas, hasta fascistas.

Esa Oligarquía es la que, al decir de John William Cooke, aquel peronista revolucionario, Delegado Personal de Perón, sintetizaba en la frase que “En un país colonial, las oligarquías son siempre las dueñas de los diccionarios” y como dueñas del Diccionario, son dueñas del Todo y son las que imponen que se dice y que se entiende y así se dice y se entiende lo que es lo que es servicial a sus intereses, reconociendo que a su vez ellos, La Oligarquía es sumisa a los poderes imperiales.

Otro gran pensador lo es Rodolfo Walsh, quien pago con su vida el denunciar a la Dictadura genocida de 1.976, y que denunciaba y ponía en blanco sobre negro el instrumento colonial de la Oligarquía que era, y sigue siendo el deshistoriar y el separar a la ciudadanía de todo conocimiento real de Nuestra rica Historia hasta pasional en defensa de nuestra Soberanía.

Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengamos historia, no tengamos doctrina, no tengamos héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.”

“La historia parece así como una propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas

El proceso de desinformación hace de instrumento a la exclusión en todos sus ámbitos y tiende a obstaculizar la identidad nacional e impedir hacer al ciudadano consiente de sus derechos.

Que mejor que un ciudadano conocedor de su Historia y defensor de su Soberanía, pero para ello se debe contar con un ciudadano, con un trabajo, esto es se debe contar con un trabajador, con un sujeto de derechos y con la dignidad que le corresponde y con sus necesidades básicas satisfechas y con aspiraciones de ascender y de movilidad social.

Ese sujeto social será receptor e interesado de la Historia, de su propia historia, de la historia de su terruño, de su país, de sus orígenes.

Ahora que un sujeto social, una simple formalidad de ser ciudadano, una igual ficción de ser un trabajado sin las mínimas necesidades aspiracionales, con una incertidumbre laboral y económica, con los padecimientos cotidianos a los que está sometida y sumergida la gran población y todo ello producto orquestado a designio por los poderes facticos en su posición de ser la dominación económica, es lo que hacen desinteresar al ciudadano común de todo lo que no sea su subsistencia y por ello lo alejan de todo conocimiento y entendimiento de su propia historia, y así logran que ese ciudadano quede desubicado en su contexto de espacio y tiempo y sea fácil presa manipulable de lo que se quiere, y muchas veces se logra servicial a los grandes poderes.

Así por ello La Historia Oficial es presentada, y ello a designio, como un simple paseo escolar, y si es posible, de nivel primario, despojándola de su sentido integral del conocimiento de su pasado y forjador de su futuro.

El infantilizar la historia tiende a hacer crecer a las juventudes alejado y desconectado de toda relación con su pasado.

Hechos esenciales de nuestro pasado son simplemente expuestos mostrando de ellos superficialidades como si en Mayo de 1.810 hubo realmente paraguas, cintas celestes y si estuvo lloviendo y ocultando lo profundo de los acontecimientos que dieron inicio a nuestra Nación.

Se despolitiza nuestra historia, se condena a que no puede hacerse de la Historia un instrumento político cuando esa es la realidad, lamentablemente efectiva que utiliza la Historia Colonial.

Se despolitiza la historia cuando se le excluye sus causas motoras y se la aísla de un contexto integral.

Se despolitiza nuestra historia suprimiendo todo concepto de nacionalidad y de integración latinoamericana.

Se despolitiza a los próceres cuando se los despoja de sus ideales y se los reduce a títulos ajenos a la realidad histórica.

Se los barniza con un tinte liberal a los Próceres presentándolos ajenos y distantes de sus ideales.

Se despolitiza a San Martin reduciéndolo a Padre de la Patria y a Manuel Belgrano como Creador de la Bandera.

Sobre todos los Caudillos provinciales, para condenarlos por su condición federal, por ser soportes de lo que fue la defensa de la Soberanía como igualmente pilares de la Independencia, se los considera como a Güemes como un Gaucho Pícaro, o como a Facundo Quiroga, así como Ángel “Chacho” Peñaloza como iconos de Barbarie, o a José Gervasio Artigas como un simple caudillo oriental del Uruguay y ajeno a nuestra historia, o a Juan Manuel de Rosas como la Primera Tiranía.

John William Cooke, insiste:

Los que mienten hoy, son los encubridores de los que mintieron ayer. Los que agravian ahora, son los continuadores de los que agraviaron antes: bárbaro, chusma, gaucho, descamisado. El descamisado reconoce en el montonero, en el gaucho, en las chusmas, a sus hermanos de sufrimiento y de lucha.”

“Como hombres de la nueva Argentina somos una continuidad histórica de los hombres que auténticamente hicieron la Nación

POR ELLO es que es necesario hacer un Resumen de lo que nos contaron para tomar conciencia de los intereses que ello esconde a fin de tomar activa participación en lo que fue y es Nuestra Historia, para así defender a nuestro país que no es sino defenderse a si mismo y tener la real posibilidad de realizarse en una sociedad que se realiza.

En NOTAS siguientes contaremos como es que nos contaron nuestra historia y así aprenderemos a ver que esa realidad que se nos imponía lo era y lo es en perjuicio de cada uno de nuestro pueblo y por ende en perjuicio y decadencia, sumisión y dependencia de nuestro país.

La imagen lo es de John William Cooke y Juan Domingo Perón.

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