Reafirmando la necesidad de Repasar y Repensar Nuestra Historia iniciamos este Tema en una Serie que pretende contar lo que “Nos Contaron” sobre nuestra historia, y ello nos permitirá visualizar la infamia base del instrumento colonial.
Iniciamos con un muy breve Resumen de la historia que nos contaron, y lo hicieron desde la perspectiva de hacer un resumen muy simple, con banalidades y sin profundizar en absoluto sobre los posicionamientos políticos, desde que, la excusa es que no debe mezclarse Historia con Política, cuando la realidad es que la Historia no es sino el reflejo de lo que era, en su tiempo y espacio, la política
Despolitizar a San Martin, a Belgrano, a Güemes, a Juan Manuel de Rosas, como igualmente a Rivadavia, Lavalle, Alvear, Mitre, Sarmiento, Roca, etc. es ocultar las reales intenciones de cada personaje histórico sobre su escenario y su vida y accionar.
Obvio que ocultan a designio toda intencionalidad política de “Los entregadores” de la Soberanía, y basan su accionar en que eran “Agentes de la Civilización” combatiendo “La Barbarie”
Se inicia la historia que nos contaron desacoplando la historia de su contexto, tanto internacional, como en especial del contexto nacional sudamericano.
Argentina, de eso se trata, del Virreinato español, se inicia para esta Historia en 1.810, sin reconocimiento ni alusión alguna de lo que fue de estas tierras desde la colonización española.
No hay referencias ni historias de las resistencias indígenas, no hay un Tupac Amaru, y solo una noticia de lo que fueron las invasiones inglesas destacando la hazaña popular de arrojar aceite hirviendo a los ingleses sin otorgarle sentido nacional a la defensa popular.
De ese 25 de Mayo, que mejor idea que la de un grupo de ilustres ciudadanos, todos de traje y Frac frente a una Plaza y en una tarde lluviosa, con paraguas y dos ciudadanos French y Berutti repartiendo divisas de color celeste y gritando “El pueblo quiere saber de qué se trata” como que en realidad ese sujeto político, el Pueblo haya estado ajeno a los sucesos, y siempre los acontecimientos llevados a cabo como hacedores de ilustres personajes centrales.
Se nos cuenta desde el centralismo porteño y como de esa Gesta de Mayo, es ese centralismo quien se apodera, mostrándosenos como los representantes de lo que era la Civilización, y como centro de la Ilustración y Desarrollo.
Aparece un Caudillo, José Gervasio Artigas, que terminará siendo uruguayo a quien combatir por ser “Enemigo de la Civilización” y para ello si era necesario hacer retroceder a San Martin y a Belgrano para combatir a esos barbaros, lo era en beneficio de la Civilización
Se nos cuenta de caudillos provinciales, uno en Salta, un pícaro como Güemes, y otros en cada una de las provincias, como “Pancho” Ramírez en Entre Ríos, Estanislao López en Santa Fe, Facundo Quiroga en La Rioja, todos ellos como simples provincianos y siempre combatiendo a la Civilización.
Desde el Centro portuario se quería desarrollar un país asociado a ese imperio Ingles y para ello si era necesario se demoraba la declaración de la Independencia y se instauraba un Directorio, siempre porteño, y descuidado de llevar adelante planes de independencia de países vecinos.
Se instala un Director muy centralista, Carlos María de Alvear y abiertamente, sin disimulo alguno invita al imperio ingles a que tome a estas “Provincias Unidas” para que pasen a ser parte del Dominio Británico, hecho que no es ni siquiera mencionado en lo que se cuenta en la Historia que nos contaron, sino, por el contrario, es celebrado como un preclaro Patriota.
Se logra en 1.816 la Independencia del Reino de España y es necesario la imposición de San Martin para aclarar que la Independencia lo era de “Toda dominación extranjera”
Un hecho que pasa desapercibido, y lo es a propósito que en el Acta de Independencia se aclara que la Independencia lo es de “Las Provincias de Sudamérica” esto es que se había declarado sobre un sujeto político más abarcativo que solo lo que pasaría a ser la Argentina.
Luego se encargarían esos “Próceres” en ir achicando el territorio de la Patria Grande y centrarse en la Ciudad de Buenos Aires, así Bernardino Rivadavia, según Mitre, el “Más grande hombre civil de los argentinos” cede a la Banda Oriental que pasa a independizarse como Uruguay.
Sarmiento incentivará a los chilenos para que se apropien de la Patagonia y considera conveniente para el país la toma de Las Malvinas por los británicos.
Se llega así a 1.820 y se culpa a esos caudillos provinciales, como representantes de la Barbarie del interior, de haber instaurado lo que llaman desde la Academia “La Anarquía del Año XX” cuando en realidad es el inicio de las Autonomías provinciales.
El centralismo porteño con Bernardino Rivadavia avanza en lo que es el desarrollo de su ciudad y se muestra más preocupado por las ochavas que por la lucha por la independencia celebrando el Primer Empréstito tomado de Inglaterra, préstamo de inútil utilidad que se necesitara más de un siglo para su cancelación, y se inicia una aventura presidencialista con este personaje de Rivadavia que asociado a Inglaterra pretende avanzar en la apropiación de la propiedad de las riquezas mineras argentinas cediéndolas al imperio, y aun venciendo al Brasil, le cede la soberanía de la Banda Oriental del Uruguay.
Ante el fracaso de los intentos centralistas y unitarios, se insiste con un general muy valeroso, pero como lo definió José “Pepe” Rosa, “una espada sin cabeza” refiriéndose a Juan Lavalle, inicia el primer golpe de estado derrocando al gobernador de Buenos Aires, Manuel Dorrego e incentivado por los intelectuales unitarios, Lavalle ordena el fusilamiento de Dorrego e inicia una Guerra Civil fratricida, y de ella surge un caudillo federal porteño, Juan Manuel de Rosas, que pasará a ser en la historia que nos contaron, La Primera Tiranía y se trató de un personaje sangriento que género “Las Tablas de Sangre” de José Rivera Indarte, pagado por el imperio Ingles, al punto de un penique por cada muerte falsa que pudiera adjudicársele a Rosas.
Mi experiencia personal y de allí el nacimiento de mi pasión por la Historia lo fue en ocasión de mi tercer año de la Secundaria, habiendo tenido un profesor de Historia Argentina que nos enseñaba que todo venía bien en nuestro país, triunfando siempre la Civilización sobre la Barbarie y ello hasta que en 1.830, aparece un Tirano Sangriento que hunde al país, hasta que, merced a Patriotas como nuestro Sarmiento, en su rol de Boletinero del Ejercito Grande lo derrocan en 1.852 y vuelve la Libertad al país.
Me pregunté ¿Y qué había pasado en esos veinte años? y ello me llevó a auto estudiar Nuestra Historia Nacional, contando para ello con una gran biblioteca de mi Padre que poseía libros de la Historia Oficial y libros revisionistas, y pre revisionistas como a Adolfo Saldias y de allí pasé a conocer nuestra historia, a quererla, a respetarla y asumiendo el compromiso de difundirla como real instrumento liberador.
Comprendí que era de interés para los verdaderos poderes reales, el que no se conociera Nuestra Historia, sino de infantilizarla para no hacerla apetecible y así ha podido advertirse en el curso de nuestro pasado que no teniendo conciencia histórica se ha caído en reiteradas situaciones de coloniaje, y se pretende continuar en ese sendero.
En una muy breve referencia de lo que asumí como posición política historia lo es la Línea San Martin, Rosas, Perón, a la que bien podría agregársele Hipólito Yrigoyen.

Así nos contaron la historia, así se cuenta en la historia que nos contaron como los países de la civilización del orden mundial, en especial Inglaterra y Francia se enfrentan a la Barbarie de Rosas y cuentan para ello con la colaboración de próceres argentinos que por su espíritu de civilización se unieron a esos países agresores pero como un instrumento de liberar al país de esa sangrienta Tiranía, y así, sin mencionar los triunfos de la Confederación ante esas potencias extranjeras y de las felicitaciones de Libertador José de San Martin a Juan Manuel de Rosas por no ser, Argentina, “empañadas que se comen con solo abrir la boca” y la donación, siempre oculta por la historia que nos contaron de San Martin a Rosas del sable que lo acompañó en la Independencia.
Eso sí lo que lograron las fuerzas coaligadas en contra de la Confederación, fue derrocar la cabeza que nucleaba la Confederación que sostenía la Soberanía Nacional y se logró produciendo una fisura interna y contar con el general Justo José de Urquiza, como aliado con el Imperio del Brasil orquestado desde el imperio inglés y así como primer paso de un Plan orquestado, que se iniciaba quitando la cabeza de Rosas, y así, según la historia que nos contaron, en 1.852, “se logró restaurar la libertad”, se felicitó a Urquiza, y de inmediato, se pasó a orquestar por el pensamiento centralista con Mitre y Sarmiento, que era la destrucción de Urquiza al decir de nuestro sanjuanino “a Urquiza Southampton o la horca”
Se pasa a la Organización Nacional, la sanción de una Constitución Nacional y se inicia el periodo llamado de las Presidencias, la primera de un Urquiza con exclusión del centralismo porteño, hasta que, merced a una segunda Traición de Urquiza, se cede en Pavón y se deja el poder total en el centralismo porteño representado en Bartolomé Mitre.
La historia que nos contaron nos cuenta que con la Organización Nacional se civiliza a “los trece ranchos” y ello con la intervención militar represiva bajo el mando de Mitre, y los consejos humanitarios de Sarmiento en cuanto “General no ahorre sangre de gauchos” y las ejecuciones de todo aquel caudillo provincial, llevando a ejecutar, asesinando a Ángel Vicente “El Chacho” Peñaloza, como del sanjuanino Nazario Benavidez, y reprimiendo a todos quienes se opusieran como las resistencias de Felipe Varela y de Ricardo López Jodan,
Continuando con la historia que nos contaron, se libra igualmente la guerra contra el Paraguay, contra un Paraguay, según nos cuentan que era igualmente gobernado por otro caudillo representante de la barbarie, Francisco Solano López, y por ello, como le gusta hacer a los Estados Unidos, Bartolomé Mitre dice que su objetivo es llevar la Democracia a ese país, y para ello se gesta una Triple Alianza con Brasil y Uruguay y estos tres países masacran al Paraguay, y todo ello bajo el mandato e instrucciones, nuevamente, siempre presente, del Imperio inglés.
Se continua con la Organización Nacional y siendo necesario ampliar los territorios, se lleva adelante por el General Julio Argentino Roca, la expansión territorial generando un genocidio masacrando a la mayoría de los pueblos originarios y apropiándose de todos esos territorios para la Sociedad Rural e iniciando un Régimen Político Económico asociado como país agro exportador al Imperio Británico aceptando la función que se le adjudicaba a la Argentina en la División Internacional del Trabajo.
Ese Régimen se prolonga hasta que por imposición de Hipólito Yrigoyen se logra la ley del voto Universal y Obligatorio, pero que de inmediato surgen los intereses para volver al “Régimen” y de allí el recurso del Golpe de Estado, iniciándose contra el Yrigoyenismo y continuando luego con el peronismo, hasta que se dieron cuenta que no le eran ya necesaria esa asociación de la Iglesia, el Ejercito y El Campo, sino los Medios de Difusión, como actualidad de la representación del Poder Real asociado a los intereses económicos financieros.
Así es la historia que nos contaron.
Y como que hay otra Historia, la verdadera Nacional, es que debemos contarla, y para ello este mínimo grano de arena en este Repasando Nuestra Historia.
